Deslumbró desde todos los aspectos Yésica Marcos. No dejó dudas de su enorme crecimiento boxístico y su increíble carisma, que convocó y superó todo tipo de expectativas generadas.
La gran superioridad frente a la norteamericana, Ana Julatón, a quien le dio una lección de boxeo, le permitió a Yésica arrebatarle la corona y consagrarse campeona supergallo de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), en la pelea unificatoria realizada en el teatro griego Juan Pablo II del Parque Agnesi, de San Martín, donde más de 30 mil personas asistieron al espectáculo.
Ella no defraudó y más allá de haber superado ampliamente a Julatón por puntos en 10 rounds, fue un peleón el que se observó.
El combate con Julatón tuvo varias aristas para Marcos y su entrenador Martín Díaz, que no sólo fue el tester para saber en qué plano boxístico está ubicada la mendocina en el ámbito internacional. El sábado por la noche, el Bombón Asesino demostró que es de primer nivel, más allá de la localía y de un público que abruma a cualquiera que la enfrente en el Este.
También les sirvió para ver, qué otros horizontes pueden llegar a conquistar juntos. Es que Yésica es la que convoca, la que genera y es la que pelea, pero quien le da vuelo sin dudas es Díaz.
Yésica Marcos es campeona mundial invicta con 19 triunfos de los cuales 6 han sido por nocaut y tan sólo un empate.
“Estoy tan agradecida de la gente que vino a apoyarme. Estoy tan contenta realmente. Esto es mucho más de lo que yo soñaba”, aseguró antes de bajarse del ring entre cientos de periodistas que buscaban una exclusiva o la palabra de la flamante campeona.
-Una pelea realmente dura.
-Sí, la verdad que para mí fue la mejor pelea de mi vida. Fue la gran pelea…
-¿Esperabas un poco más de Julatón? (hasta ese momento la campeona regular).
-Sí, pero yo estaba muy bien entrenada y el trabajo que hicimos en Buenos Aires con Martín (Díaz) durante un mes tuvo sus frutos. Igual, pensé que tenía mucho más para mostrar, pero a partir del tercer round sabía que no tenía cómo ganarme.
-Mucha seguridad.
-Siempre estuve segura. No tenía dudas que el título se quedaba acá en San Martín, pero uno tiene que tener respecto por el rival, porque la pelea no se termina hasta que no toca la campana del último round.
-¿Pensaste que podías convocar a tanto público?
-La gente siempre me acompaña y estoy muy agradecida y feliz por eso, pero… la verdad no esperaba tanto público.
-Vinieron tus parientes.
-Sí, vino mi hermana de San Luis, y mis tíos y primos de San Martín.
Yésica después del triunfo, ayer descansó a lo largo del todo el día y se levantó pasada la siesta.
Llamamos a la campeona y tuvimos un breve diálogo.
-¿Descansaste?
-Sí, hoy dormí todo el día y me levanté tardísimo. Es que anoche (domingo en la madrugada) nos quedamos festejando hasta muy tarde
-Sobran los motivos.
-¡Qué te parece, es una alegría muy grande!
-Necesitabas una buenas horas de sueño.
-La verdad que sí, fueron muchos días de trabajo.
-Qué hiciste en el día de hoy ( por ayer).
-Además de dormir, ver la pelea, que yo sólo la viví.
-¿Qué te pareció?
-Muy buena realmente. Fue la gran pelea de mi vida.
-¿Por qué pensás que la gente te quiere tanto?
-No sé creo que puede ser por la humildad y además porque yo siempre soy igual. Soy así todo el tiempo y bueno me quieren mucho.
-¿Hablaron con Martín sobre futuras peleas?
-Por ahora estamos festejando, vamos a tener tiempo de hablar de las próximas peleas. No hay apuro todavía.
-Tenés alguna promesa que cumplir por haber ganado el título.
-No, no tengo ninguna. Y la verdad es que soy muy creyente y ha sido muy importante para mi.
También les sirvió para ver, qué otros horizontes pueden llegar a conquistar juntos. Es que Yésica es la que convoca, la que genera y es la que pelea, pero quien le da vuelo sin dudas es Díaz.
-Además de dormir, ver la pelea, que yo sólo la viví.